10 abril, 2009

3 | En el cielo y el infierno

Ya estamos instalados en Gea de Albarracín, en un convento de frailes capuchinos. Nuestro trabajo era cargar y descargar camiones con municiones, desde fusilería hasta obuses de grueso calibre y como estaban por retomar Teruel, nosotros teníamos que tener siempre 50 camiones cargados con material. Este centro de abastecimiento era la Iglesia del Pueblo, el edificio de la capilla hacía de arsenal y el Convento era una especie de Cuartel. Una vez tomado Teruel nos trasladaron a un pueblo cercano llamado Cella y allí me tocaba salir con grupos de 10 o 12 a otro poblado llamado San Blas a enterrar muertos que traían del frente, teníamos como jefe a un cura. Ahí estuvimos unos 15 días comiendo chocolate, leche condensada, sardinas en lata y carne de buey enlatada, todo muy racionado pero encontré a un amigo (soldado de Franco) que por varios días me convidó platos de sopa que conseguía en la cocina de su unidad (nos encontramos terminada la Guerra en Navía de Suarna). En esas jornadas nos comunicaron que pasábamos del Batallón de Trabajadores Nº15 al Batallón Nº26 y de Cella pasamos a Santa Eulalia del Campo, siempre cargando y descargando camiones para la Intendencia y para abastecer de comida a los Frentes.

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